Con este panorama, los esfuerzos se debían centrar en dos sentidos. Por un lado, reforzar las defensas de los castillos que ahora habían quedado en la frontera: Colomera, Moclín, Íllora y Montefrío. En esta tarea de refuerzo de las fortalezas realizó un especial empeño el sultán nazarí Muhammad V. Por otro lado, era de vital importancia consolidar un sistema de torres-atalayas.
Muchas de las torres-atalayas ya existían, pero en el caso de otras se debió poner en marcha su construcción. Con su existencia, se aseguraba el control de los pasos del interior, pero a la misma vez, permitían la comunicación entre los enclaves defensivos y la capital, a través de señales de fuego, humo y espejos.
Existían dos tipos de torres: las torres de alquería y las torres atalaya. La diferencia entre ambas estaría en que las primeras están ligadas a una o varias poblaciones y servían de refugio y defensa de la población; el segundo tipo en cambio, tenían funciones exclusivas de vigilancia y control.
Dentro del término de Íllora, las torres que han llegado hasta nuestros días son casi en su totalidad torres-atalayas. En esta categoría cabría mencionar la conservada en Brácana, siendo ésta la más alejada del Castillo de Íllora junto con la torre atalaya de La Mesa en dirección a Puerto Lope. Estas dos torres eran los dos puntos de apoyo de la fortaleza de Íllora para advertir de cualquier incursión enemiga.
Muchos menos restos quedan de las torres denominadas ‘de alquería’, de la que sólo podemos citar la existente en Tocón, que tiene tres plantas y azotea, a diferencia de las torres-atalaya que sólo tenían una única estancia en el interior.
Torre de La Gallina
Situada a 3º 50’ 2” de longitud y a 37º 19’ 23” de latitud, en el Alto de la torrecilla, en la ladera Oeste de la Sierra de Moclín, a pocos metros de distancia de la carretera de Alcalá la Real, en el km. 413 y a 2,5 kms. de la población de Puerto Lope. De construcción maciza y planta redonda. En la parte sudoeste una pequeña puerta conducía a una especie de sótano abovedado. Fue destruida por un rayo en 1970. En torno hay bastante cerámica y restos de construcciones. Aunque el tipo de torre se aproxima a los tipos de atalaya, presenta algunas peculiaridades que la conectan con los tipos de alquería.
Torre de La Mesa
Situada a 4 kms. de Íllora, a una altura de 926 m. sobre el nivel del mar, frente al cerro de La Laguna, cerca de la Sierra de Madrid, y a 300 m. del cortijo de La Cuesta. A 3º 50’ 51” de longitud y a 37º 18’ 35” de latitud. Es de planta redonda y construcción maciza, con una altura conservada de 6’90 m. algo deteriorada en su base por la parte Este. Tiene visión directa con la torre de La Gallina y con el Tajo del Sol, y a mayor distancia con la torre de Mingoandrés.
Torre del Morrón
Situada a 1.604 m. de altura, a 3º 55’ 34” de longitud y 37º 18’ 22” de latitud, es el punto más alto de la Sierra de Parapanda. En la actualidad no quedan restos, ya que desafortunadamente, en el año 1960 fue destruida para montar el repetidor de TV. Debió ser un punto clave en el sistema de vigilancia por su visión directa de un amplio número de torres (Tocón, La Encantada, las torres de Montefrío, La Mesa, etc.), así como de las tres fortalezas del sistema. Según las noticias existentes, era cilíndrica con una habitación. En el momento de ser destruida se conservaban más de 3 m. de altura.
Torre de Jorbas
En la actualidad es sólo un montón de piedras, con una base cuadrada y 1,70 m. de altura conservada. Esta construida con mampostería y se encuentra enterrada en sus propios escombros, siendo difícil ver su perímetro completo.
Se encuentra cerca del cortijo de los Arbitrios, y del que da nombre a la torre, a 300 m. de la carretera de Íllora a Montefrío, en la parte norte de la Sierra de Parapanda, a 3º 54’ 35” de longitud y 37º 20’ 00” de latitud. En las proximidades aparece abundante cerámica, y se ha localizado una necrópolis destruida en parte por los trabajos agrícolas. Se trata muy posiblemente de una alquería con su torre; por ahora es imposible determinar si se abandonó tras la caída de Alcalá la Real, o continuó habitada. Su posición permite vigilar perfectamente esta última población y su castillo.
Torre del Charcón
Situada a 100 m. del arroyo del mismo nombre y a 200 m. del casco urbano de Íllora, sobre una pequeña elevación que forma pendiente hacia el puente y la carretera de Íllora a Alomartes. A 3º 53’ 6” de longitud y 37º 17’ 6” de latitud. De planta cuadrada, muy derruida, conserva una altura de 1,90 m., con lados de 4,90 m. Parece haber dispuesto de una habitación. Domina el paso del puente del Charcón, así como una serie de barrancos próximos a la fortaleza de Íllora. En los alrededores hay restos de construcciones y abundante cerámica. El conjunto pudo ser una alquería con su torre, en las proximidades de la propia Íllora, formando quizá un barrio de la localidad.
Torre del Tajo del Sol
Se encuentra en la Sierra de Madrid, a 1.256 m. de altura sobre el nivel del mar y a 4 km. de distancia de Íllora. Se encuentra a 3º 52’ 33” de longitud y 37º 18’ 17” de latitud. Esta cota forma una planicie en lo alto del Tajo, desde donde se tenía visión directa de las torres del Morrón y de la Mesa, así como de la de Jorbas, situada a mayor distancia. Se trata de un asentamiento de época nazarí, y quizá anterior, que presenta una muralla de piedras sin argamasa de 150 m. de largo, protegiendo la parte sur de la planicie; en todo el yacimiento aparece abundante cerámica, especialmente en unas cuevas existentes en la parte Este. En las proximidades se encuentra la Fuente Madrid, que desde antiguo abastece de agua a la población de Íllora.
Torre de Pedrizaguilla
Situada en el Cerro de Pedrizaguilla, a 921m. de altura, cerca del Cortijo de los Cortijuelos, A 3º 42’ 22” y a 37º 23’ 58” de latitud. Fue la torre mejor situada para vigilar la Vega de Granada, de Obéilar a Sierra Elvira. Tenía visión directa con la fortaleza de Íllora, y las torres siguientes: hacia el norte, Torre de La Mesa, Torre de la Gallina, y Torre del Morrón, y hacia el Oeste, El Fuerte. Sus restos se desmontaron en los años setenta para la explotación de una cantera. Se la menciona en las crónicas de la toma del Castillo de Íllora.
Torre de Clementino
Situada en la localidad de Tocón. Fechada en el siglo XIV. Situada al Sudoeste de la Sierra de Parapanda, a 3 kms. de la torre de la Encantada y a 10 de la fortaleza de Íllora, a 3º 57’ 51” de longitud y 37º 14’ 21” de latitud, tenía visión directa con las torres del Morrón y de la Encantada. Es de planta cuadrada, con tres plantas abovedadas; las esquinas estaban reforzadas con sillares. A causa de las reformas realizadas por los propietarios de la misma, carece de escaleras, habiendo incorporado la primera planta a una vivienda. La zona cercana a la torre es conocida como el “barrio moro”, y de él proceden cerámicas y monedas; asimismo se ha localizado una necrópolis. Es una clara torre de alquería.
Torre de La Encantada
Está situada a 2 kms. de la población de Brácana y a 3 kms. de la de Tocón. Situada a 3º 57’ 51” de longitud y 37º 13’ 25” de latitud. Con una altura de 639 m. sobre el nivel del mar, esta torre controlaba una amplia franja en dirección a Loja y a Alomartes, manteniendo visión directa con la torre de Tocón, y con la del Morrón. La planta es octogonal, con una media de 2 m. de lado y 4,10 m. de anchura máxima. Está construida con mampostería de piedras de mediano tamaño, tomadas con mortero de yeso, no apreciándose restos de enlucido exterior. Presenta un sistema de habitaciones parecido al de la torre de Tocón, también abovedadas. En la actualidad sólo se mantienen en pie 3,20 m. de altura. La estructura parece corresponder también a una torre de alquería.
Actualmente, sobre ella, se encuentra situado un vértice geodésico del Instituto Geográfico Nacional.
Torre del Cerro Vacas
En el límite del término de Íllora, a pocos metros del término de Moraleda de Zafayona, al otro lado del río Genil, a 617 m. de altitud, a 3º 56’ 27” de longitud y 37º 11’ 58” de latitud. se encuentra un cerro en forma de sombrero denominado Cerro Vacas, de 0.2 hectáreas, en el que son visibles los restos de una construcción, posiblemente una torre cuadrada y algunas líneas de piedra, tejas y argamasa, en todo el cerro y en la parte baja, así como abundante cerámica en superficie. Hay otros restos a pocos metros en el término de Íllora, en el cerro de enfrente, que parecen ser de menor importancia. Lugar privilegiado para vigilar la vega hacia Loja y hacia Granada. Siendo visibles en su día las torres de La Encantada y del Morrón.
BIBLIOGRAFÍA
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