Gran ambiente en las calles Almenillas y Huerto d. Rodrigo, que durante el fin de semana se han convertido en un auténtico zoco andalusí.
Criaturas legendarias que han surcado los cielos del castillo; magos, juglares, duendes y druidas que ofrecían ungüentos y pócimas mágicas para los duelos y quebrantos del cuerpo y el alma; cartomantes que adivinaban el futuro o hechiceras con toda clase de amuletos mágicos. En el campamento, artesanas, herreros o hilanderas enseñaron a las niñas y niños los secretos de la fabricación de escudos y espadas o la confección de ropa del medievo.
Los establecimientos hosteleros del pueblo sirvieron excelentes viandas y refrescantes bebidas, que aliviaron los rigores de un marzo que se despide “mayeando”.
Nuestro agradecimiento sincero a toda la ciudadanía del municipio de Íllora y de localidades cercanas que han visitado la fiesta medieval.