La mayoría de esculturas son de época moderna, pero merece citarse un crucificado copia de la famosa Misericordia de José de Mora. La imagen de Cristo está clavada sobre una cruz de madera con incrustaciones de taracea en los bordes y en la unión de los palos. Cristo se cubre por un paño de pureza que se anuda a su derecha y se sujeta con un cordón. Sobre su cabeza, que inclina hacia delante y cuyo pelo se apoya en su hombro derecho, lleva una corona de espinas de madera. Esta imagen procesiona el Viernes Santo junto con Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores.
De las esculturas más antiguas destaca una Inmaculada de escuela granadina del siglo XVIII. Esta imagen esta inspirada en modelos de Alonso Cano, pero es más estilizada. La escultura es de bulto redondo y se sitúa sobre una doble peana. La primera con grandes gallones verticales dorados y encima otra con tres querubines en la que se apoya la Virgen vestida con una túnica dorada, decorada con elementos vegetales de varios colores, y un manto azul con los bordes dorados. Tiene las manos unidas por las palmas y sobre la cabeza un nimbo con doce estrellas. Esta escultura procesiona el último domingo de mayo.
En el altar mayor, se levanta un baldaquino de mármol de estilo neoclásico. La base es de mármol blanco, sobre la que se coloca el alzado que presenta en sus cuatro esquinas pares columnas de mármol en color terroso, y tras ellas, pilares en color negro. El entablamento es de mármol blanco, colocándose en la parte delantera un frontón triangular en mármol negro, color éste que se repite en la cornisa lateral. Como coronación hay una cúpula rematada por cruz. Según Pascual Madoz, en el siglo XIX, el mármol fue extraído de las canteras de Sierra Elvira.
Dentro de este baldaquino se alberga la imagen de un crucificado de tamaño mediano y buena talla. Es un crucificado con cuatro clavos sobre una cruz que semeja estar hecha con dos sencillos troncos superpuestos. El Cristo tiene los pies cruzados, la cabeza inclinada hacia delante y los ojos cerrados. Sobre la cabeza lleva una corona de espinas y viste un paño de pureza que se anuda en el costado derecho.
Por último, hablaremos sobre la escultura barroca de San Rogelio que alberga nuestra iglesia. Imagen de pie con su pierna izquierda adelantada, cubierta por un hábito negro con los bordes dorados. Ciñe la cintura con un ancho cinturón de tela negra con adornos vegetales dorados que le cae por delante. Lleva en su mano izquierda un libro y en su derecha un crucifijo a cuya parte posterior dirige su mirada. En la cabeza tiene una potencia plateada y en su cuello un corte horizontal del que brota sangre. Peana rectangular con molduras escalonadas doradas en los bordes y centro estrangulado policromado en rojo. En un inventario se indica que en 1732 la imagen de San Rogelio estaba ubicada en la capilla mayor. Esta imagen se procesiona dos veces al año, una en las fiestas de agosto y otra en su día, el 16 de Septiembre.