El complejo hidráulico, del que sólo se conocían la coronación de los muros de dos aljibes, se ha completado con el hallazgo de otros tres y canalizaciones de alimentación. El castillo de Íllora llegó a contar con cuatro aljibes que se conservan en la alcazaba más un quinto bajo la torre del homenaje. La capacidad de almacenamiento de estos era de unos 470 m3. Además, en la villa hay constancia escrita de una gran alberca, aún no descubierta. Con esta gran cantidad de agua sería posible resistir incursiones y asedios, muy frecuentes a partir de mediados del siglo XIII.
La información aportada por la arqueología de apoyo a la restauración, junto con las estructuras conservadas, ha permitido reponer la cubrición de dos aljibes, siendo ésta la mejor forma de garantizar su perduración. También se ha localizado el hipotético lugar de captación de agua por *noria de sangre y un pequeño baño próximo a la torre meridional de la alcazaba.