¡Buenas noches a todas y todos!
Lo que es la vida, yo que busco siempre pasar lo más desapercibido posible, y que no pongan el foco sobre mí, porque siempre estoy rodeado de personas, que merecen el foco más que yo……. por obra y gracia de Dios, del Ayuntamiento, de la Comisión de fiestas, y de todo el cariño que estáis manifestando por mí…hoy me veo, en el balcón del que fue nuestro Ayuntamiento hace años, para pronunciar unas palabras, que sean comienzo, de las fiestas que vamos a celebrar en honor a nuestro Patrón, San Rogelio.
Muchísimas gracias por esa presentación que habéis hecho de mí…si no hubiera estado aquí escuchándoos, pensaría que hablabais de otra persona, porque no me creo merecedor de tanto cariño, de tanto cómo me estáis entregando todos los días…
Me tendré que ir, pero no, porque yo quiera, sino porque estamos a lo que Dios disponga, aunque no podré estar mucho tiempo lejos de vosotros.
Y volviendo a la tarea que me habéis encomendado esta noche…¿Qué puedo decir yo…después de la palabra hecha poesía de Luis Martín del año pasado, después de todo lo que han dicho, quiénes han hecho este pregón otros años?
De verdad que os digo, que me queréis mucho, pero tanto querer os ha nublado a la hora de elegirme, porque yo me veo superado por todo esto.
Desde que os comuniqué, que nuestro Obispo había decidido trasladarme, me habéis repetido tanto esta frase, que quiero que sea el inicio de lo que os voy a decir:
“¡Para algo bueno que tenemos en el pueblo, también se nos va!”
La verdad, que escuchar esta frase, te emociona, al ver que te consideran bueno, y que te lo dicen, no por quedar bien, sino con mucho sentimiento.
En estas semanas, ha habido muchas personas, que hasta con lágrimas en los ojos, se acercaban a mí, y me manifestaban lo que sentían que me tuviera que ir.
Personas, que nos hemos encontrado por la calle, que no son habituales de la Parroquia, pero que les duele tanto o más mi marcha, que los que estamos más a menudo en la Iglesia.
Y pensando en estos días, pensando, en todo lo que me estáis haciendo pasar, sobre todo a mi corazón, que ya no me quedan palabras ni maneras para agradeceros tanto…he pensado mucho en esta frase…
“¡Para algo bueno que tenemos en el pueblo, también se nos va!”
Vecinas y Vecinos…
En Íllora…todo es bueno…..todo es grande…
¿Qué otro pueblo puede tener el orgullo, de haber tenido por primer alcalde al Gran Capitán?
¿Qué otro pueblo tiene un castillo que le hace el ojo derecho del Reino de Granada, y que con la intervención que se está realizando sobre el mismo, nos está desvelando los tesoros de un patrimonio, que no pensábamos que se conservara tan bien?
Diego de Siloé, trazó el Templo que es el emblema de nuestro pueblo, en donde el gótico y el renacimiento han cobijado las mejores obras de arte y devoción, de las que nos quedan maravillosos vestigios…
Es la Catedral de nuestra zona, la casa de todas y todos, el hogar donde Dios quiere habitar.
En Íllora tenemos calles, rincones, vistas, que son todo un lienzo, para el pintor más romántico, y para el que busca paisajes de ensueño…Nuestras veredas y caminos, ofrecen las mejores rutas, para quién buscando perderse por las sendas del monte, quiere llenarse del aire puro de la sierra, y de los parajes más increíbles, que no todo el mundo descubre.
Por eso, cada nuevo día de vida en nuestro pueblo es para hacer fiesta: por todo lo que tenemos, por la gente que vivimos aquí, por los que nos visitan, por seguir soñando y luchar por hacer realidad esos sueños…
Íllora, no sólo es patrimonio de piedra y mucha historia, no solo es patrimonio natural y cultural, sino que le define su patrimonio humano…Personas por las que corre la sangre noble de un gran pasado, la entrega y el trabajo de un presente prometedor, y la ilusión y la apuesta por un futuro que queremos que sea el mejor para nuestros niños y jóvenes…
Personas apegadas a la tierra, en la que nuestros olivos lucios, dan el mejor aceite; nuestros almendros, el mejor fruto; y las hortalizas regadas por el agua de esta tierra, tienen ese sabor y olor a lo bueno del campo de toda la vida.
De los hornos de esta tierra…en donde Antonio y Juan, Pepe y María, Pedro García, Luis, los Manolillos, Adrián y María y un sinfín, de familias más, han amasado con la harina de su trabajo, con la sal de su alegría, con el aceite, el mejor aceite de la provincia, ese pan, que es característico de este pueblo, y que siempre ha sido el básico sustento de nuestros hogares.
Panaderos, repartiendo, escuchando, aconsejando, siendo parte de nuestras familias…
Íllora tiene corazones inquietos que están llevando su nombre a los ámbitos más variados, dejando siempre la mejor huella:
Investigadoras como Vicki Sánchez Martín… otros consiguiendo verdaderos avances en oftalmología como Begoña Moyano o Raimundo Jiménez…periodistas como María José Martínez o Mercedes Navarrete… cocineros como Jesús Serrano Pérez, e infinidad de buenos profesionales en Colegios, Institutos, Farmacias, que allá dónde están, dejan la marca de Íllora bien alta.
Trabajadoras sociales, deportistas, que desde muy chicos, consiguen llevar a Íllora a los mejores puestos.
Francisco Baena diseñando carreteras y poniéndolas en marcha….Enrique Quesada, como un pilar de la Universidad de Córdoba…Nacho, en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla…puestos importantes en la política nacional ocupados por gente de nuestro pueblo.
Profesionales de la salud, como nuestro centro médico, que dieron lo mejor y más de lo que podían en la pandemia, pero que lo siguen dando día a día. Despachos de abogados, gestorías, seguros, electricistas, fontaneros, informáticos, ferreterías, todo lo necesario para no salir de nuestro pueblo.
Tenemos a los mejores guías de nuestra Íllora…como Juan Peña…
Y políticos, que saben del trabajo diario, siendo maestros, como panaderos, algunos fueron pasteleros, y otros escriben sobre nuestro pasado.
Lo miréis por donde lo miréis…Íllora tiene mucho bueno…
Tuvimos el mejor horno de dulces con Cari y María José… tenemos los mejores albañiles, las empresas de construcción y baños, que sólo tienen en capitales…tenemos bares y cafeterías para todas las edades, y con los productos mejores….hace falta quedarnos más en el pueblo, y mantenerlos abiertos…
Tenemos la Mercería de Mariola, que junto a la que tuvimos de Corazón, es como entrar en los recuerdos de nuestra infancia, en el lugar más acogedor…pescaderías que nos traen los productos más frescos del mar…los mejores estancos; supermercados con el trato más cercano…fruterías que te entra por los ojos todo lo que te ofrecen y tiendas de ropa, que esperan que entremos y poder enseñarnos la moda más actual… zapaterías con los mejores modelos y zapatero que te lo arregla todo…así como tapiceros de toda la vida.
Tenemos las mejores empresas de muebles y cocinas, los mejores pintores de brocha gorda y fina, joyerías y las floristerías con la mejor flor.
Tenemos una Banda de Música, que hasta en el Rocío ha estado tocando…
Y una Coral de San Rogelio…que eleva la nota hasta el infinito, para mostrarnos toda la variedad del pentagrama de los ángeles del cielo…
Y no hay coro rociero como el nuestro, que lo mismo te cantan una misa, o te montan la juerga más auténtica de los amigos de toda la vida…
Y es que, contando en el pueblo con gente como Coca, que es la columna del corazón bueno, que siempre está disponible para todo…o de Luis Martín, que te engancha con sus libros, que te emociona con sus poemas, que te asombra con sus dibujos, que te calma con su paz interior.
Tenemos una Carmen García, que ha enseñado a bailar sevillanas a todo el pueblo…
Tenemos unos mercaderes de sonrisas, que son el verdadero rostro del pueblo…esa gente que sabe sacar a la luz eso mismo que os digo…lo bueno del pueblo…la grandeza de su gente, y con un arte y una gracia que ya la quisieran por otros lados…
Tenemos a “los abelardos”, en donde encuentras todo lo que necesitas, o te lo traen al día siguiente, si no lo tienen.
En Íllora tenemos asociaciones para todo, y para que todos se sientan acompañados, animados y comprendidos…con una Encarni que es puro corazón. Las Indiakas, los gallipatos, los talleres de música, los asociaciones juveniles, las que dan a conocer y favorecen el cuidado de enfermedades concretas….
Cuando llega el momento de irse de este pueblo -os lo puedo asegurar-, cuesta muchísimo, y tú te llevas el pueblo por dentro para siempre.
En Íllora, todo es bueno y grande…
Tenemos policías locales, protección civil, civiles de nuestro pueblo…todos, dando lo mejor en cada uno de sus puestos. Tenemos a quiénes como feriantes se han recorrido la provincia entera buscándose la vida…tenemos tiendas de decoración, pintura, y los mejores talleres de coches de la zona.
Tenemos nuestra tienda de bicicletas, nuestro herbolario; pizzas… las mejores; y también tenemos cajas y bancos, los mejores peluqueros y peluqueras, y quiénes te quitan arrugas y te dejan la piel como nueva.
Y hasta para probar la suerte, tenemos nuestra administración de lotería.
Por eso, cada nuevo día de vida en nuestro pueblo es para hacer fiesta. Por todo lo que tenemos, por la gente que vivimos aquí, por los que nos visitan, por seguir soñando y luchar por hacer realidad esos sueños…
Tenemos el ejemplo de personas como Lourdes, Mari Avilés, Carmina o Paqui, y tantas personas que se tiran la vida cuidando a los demás, adultos y mayores y son un ejemplo para los demás, de lo bueno que es el corazón ilurquenses.
Tenemos esos grupos de mayores que llenan de vida a todos ellos, o ese grupo del rosario en la Casa Hermandad, que es la UCI de la amistad, de la alegría y de compartir los mejores ratos.
Tenemos a San Rogelio, hijo de este pueblo, en cuyo corazón no faltamos ninguno, y todos tenemos un cachito del nuestro para él… y que tanto nos ayuda todos los días…
Tenemos las mejores Candelarias, Carnaval y Semana Santa, los días de la cruz, la procesión del Corpus, las fiestas y la Feria, el vino mosto, las gachas de vino, los mejores bizcochos, roscos fritos y magdalenas.
Y allá en lo alto tenemos, niños, jóvenes, adultos y mayores de nuestro pueblo que nos animan a hacer de él lo más bello, lo más auténtico.
Yo os animo a celebrar la vida, la familia, la amistad, el estar vivos, el poder reunirnos, el poder juntarnos y estar de fiesta. Y celebremos las fiestas ya sea en Agosto, o en Septiembre, o luego la Feria en Octubre, es que cualquier razón es buena para hacer fiesta todos juntos para la gente de Íllora…
Nos gusta tanto transmitir alegría, que todas las fiestas de alrededor, sean cuando sean, se llenan con la gente de Íllora.
Aprovechemos las fiestas, para pasear juntos, tomarnos algo, disfrutar de las actividades, y daros también buenos ratos de música y baile. En definitiva, celebrar la vida, la familia, y la amistad.
Y recordad, que fueron en las fiestas de San Rogelio donde recibisteis ese primer beso, donde os enamorasteis perdidamente.
Valoremos lo bueno que tenemos, que es mucho. Y aunque aquí, también es verdad, que hay que mejorar todo lo que se tenga que mejorar, también hay que mejorar mucho en todos los demás pueblos, pero siempre ofrecen lo que de verdad les define: lo bueno que hay en ellos.
Somos muy grandes, aquí hay mucho bueno…
Apreciarlo y valorarlo.
Porque cuando llega el momento de irse de este pueblo, os lo puedo asegurar, cuesta muchísimo, y tú te llevas el pueblo por dentro para siempre.
Que estas fiestas, sean nuestras fiestas de verdad…vivámoslas como si no tuviéramos otras…y convenzámonos de lo grande que es nuestro pueblo.
Yo así lo veo, así he vivido en él, y es lo que me llevo, y os aseguro que tendré que venir sin tardar, porque ya no puedo vivir sin él, ni puedo vivir sin vosotros, mi familia:
¡Viva San Rogelio!
¡Viva Illora!
¡Viva todo lo bueno y grande de Íllora!
