Ruta que nos conduce hasta el pico más alto de Parapanda discurriendo por caminos, pistas y campo a través, para disponer del mejor mirador natural. A nuestro paso podremos admirar algunas de las cimas de Parapanda, los lapiaces y otras formaciones geológicas, singulares aves de montaña y hasta observaremos unas minas de óxido veteado (falsa ágata).
Partiendo desde el Ayuntamiento de Íllora, en pleno centro urbano, tomaremos la calle San Pedro-La Virgen, bordeando su lado izquierdo y ganando altura hasta alcanzar el cerro del Padre Joaquín (889 m). Continuaremos durante un tramo de unos 200 metros junto al cauce del arroyo del Charcón, hasta llegar a la parte más angosta del valle donde subiremos hacia la izquierda, llegando al pilarillo de los Terreros. Tras dejarlo atrás, continuaremos subiendo por una pista durante un kilómetro aproximadamente, dejando en el margen izquierdo la fuente del Zumacal. Unos cien metros más adelante tomaremos el primer camino a la izquierda, por el que andaremos medio kilómetro, atravesando un bosque de pinos, y llegaremos a una era con un cortijo (Aulagares, 1.070 m).
Junto a la era y bordeando los pinares, discurre una vereda que pasa cerca del cortijo del Hornillo. Seguiremos subiendo hasta conectar con una pista que atraviesa el puerto de las Artesillas. Tras superar los 1.300 metros de altura, el desnivel se hace más suave y se llega a una gran depresión del terreno (hoya del Berezal), donde tomaremos una pequeña pista que sube en su lado izquierdo. Los pinares cambian aquí de especies, pasando de los rústicos carrascos y los frondosos ródenos a los silvestres con corteza rojiza.
Este sendero sube hasta alcanzar el Morrón (1.606 m). Junto al edificio del repetidor hay un pequeño mirador y un sendero que baja en dirección al pico Yeseras (1.575 m). Tomaremos el camino de regreso, que comienza junto a un cortado en espejo de falla, pasando junto a la Fuente del Moral. Al llegar a la pista asfaltada tomaremos el camino de vuelta hasta Íllora.